Las tarjetas revolving, consisten en una línea de crédito que permite a su titular realizar sucesivas compras o disposiciones de efectivo, variables en importe, hasta el límite de crédito concedido.
La peculiaridad de estas tarjetas reside en que se dota a su titular de un límite de crédito que va aumentando a medida que se vaya pagando y, ofrece a su titular la posibilidad de aplazar los pagos en las cuotas que elija, en función del porcentaje del saldo pendiente o de una cuota fija.
Como regla general, las entidades financieras suelen emitirlas bajo la modalidad de “mínimo a pagar”. Esto consiste en un pago aplazado con una cuota mínima en el que se amortiza entre el 0,5% y el 2% del principal.
De esta manera, el capital disponible y los plazos de amortización se minoran o amplían en base a los pagos mensuales que realice el cliente, siendo una de sus características su duración indeterminada.
CARACTERÍSITCAS:
- Pago fraccionado, eligiendo entre abonar una cuota fija al mes o un porcentaje de la deuda.
- Intereses elevados; la Tasa Anual Equivalente (TAE) es elevada, llegando a superar el 20%.
- Renovación constante, cada vez que pagas alguna cantidad, el saldo se repone y podrás seguir utilizando la tarjeta, pero como consecuencia, también estarás prolongando la deuda si no la liquidas totalmente.
- Riesgo de sobreendeudamiento: Si decides pagar cantidades mínimas, los intereses cada vez serán más altos, pudiendo superar con creces el tamaño del crédito principal.
Aunque a primera vista estas tarjetas puedan parecer muy beneficiosas por poder disponer de crédito de forma inmediata por su comodidad y fácil contratación, pueden tener consecuencias y un riesgo real de endeudamiento, todo ello por la falta de transparencia que existe en la comercialización y contratación por parte de las entidades financieras.
En la actualidad, las resoluciones del Tribunal supremo han mejorado la transparencia y han limitado los intereses excesivos. Sin embargo, siguen persistiendo altos riesgos para los usuarios, por lo que aunque puedan parecer muy útiles en determinados momentos, hay que tener claro que las consecuencias generales pueden llegar a ser muy negativas, tanto es así, que a raíz de la comercialización masiva de estas tarjetas, ha supuesto que infinidad de consumidores se hayan visto endeudados de por vida, provocando un gran atasco en los Juzgados tras el aluvión de demandas interpuestas por los consumidores en busca de la nulidad de tales contratos.